Penicilina versus heridas infecciosas.

Date:
1945
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Credit: Penicilina versus heridas infecciosas. Source: Wellcome Collection.

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    Extractos de Publicaciones Médicas La Penicilina en el Tratamiento de la Osteomielitis Crónica. Informe de Cuarenta Casos. Donald G. Anderson, M. D.; Louis G. Howard, M. D. y Charles H. Rammelkamp, M. D. Archives of Surgery. Oct. 1944. La penicilinoterapia fué usada en cuarenta casos de osteomie¬ litis crónica. Veinticinco de los pacientes han sido observados durante un año o más, después del tratamiento. Los procedimientos operatorios fueron combinados con el uso de la penicilina en catorce casos. En el momento en que se escribe este artículo, no hay en 28 casos (el 70 por ciento) cavidades drenantes ni otros síntomas ni signos de infección activa. La sutura primaria, después de la secuestrotomía o evacuación de un absceso óseo, constituye un procedimiento seguro y satis¬ factorio para los pacientes que están recibiendo penicilina. Las Pastillas de Penicilina Eliminan las Bacterias Orales. Para el Tratamiento de Infecciones de la Boca, Amigdalitis Estreptocócica. Drug Trade News. Enero 15, 1945. (Londres)—Leonard L. Martin ha publicado una fórmula de penicilina en pastillas, que ha dado resultados estimulantes, tanto en el tratamiento de infecciones de la boca como en la amigdalitis estreptocócica hemolítica y escarlatina, en el Pharmaceutical Journal, órgano oficial de la Sociedad Farmacéutica de la Gran Bretaña. Hace algunos meses, el Jefe de Escuadrón A. B. McGregor, de la Real Fuerza Aérea, pidió pastillas de penicilina que se pudieran retener en la boca por el mayor tiempo posible, en una concentración adecuada. Después de llevar a cabo considerables experimentos, en el departamento farmacéutico del Hospital St. Bartholomew, en St. Albans, Inglaterra, se desarrolló la siguiente fórmula, la cual produce una notable reducción de las bacterias: Gelatina (en polvo) Nipagina M Jarabe Simple Agua Destilada 30 Gm. 0.16 Gm. 60 c.c. 60 c.c. Para preparar las pastillas, se disuelve la Nipagina M en agua hirviendo, se agrega el jarabe simple, se le pone la gelatina, re¬ volviendo al echarla y se vierte la preparación en un molde lubri¬ cado con aceite pérsico. La base derretida se revuelve hasta que la temperatura llega a 43° C. y entonces se agrega rápidamente la cantidad necesaria de la solución de penicilina y se distribuye uniformemente por medio de una varilla de cristal. Se enfría la preparación, entonces se divide en 200 pastillas, teniendo cada una 1 centímetro cuadrado de tamaño y 0.5 cm. de grueso. La penicilina se agrega en cantidades de 250 a 500 unidades por pastilla. Las pastillas son empacadas en latas, generalmente en partidas de 16, que constituye el promedio diario que requiere un paciente. El Uso Tópico de la Penicilina. Lawrence H. Sophian. The Am. J. of the Med. Sciences. Nov., 1944. Se cita una evidencia que indica que la penicilina administrada parentéricamente, puede no alcanzar una concentración suficiente en ciertas regiones, para tener eficacia terapéutica. La aplicación por tópicos en dichas regiones, ha tenido éxito en varios casos. La penicilina, incorporada a un ungüento adecuado, junto con un agente húmedo, penetra el agar lo suficiente para causar la inhibición del B. subtilis a una profundidad de 16 mm. Aunque no penetra de una manera demostrable a través de las capas de piel in vitro, la penicilina en una base de ungüento tiene, según nuestra experiencia, un valor notablemente eficaz en las infecciones piógenas crónicas y agudas de la piel y tejidos subcutáneos, par¬ ticularmente en la sicosis de la barba, heridas superficiales in¬ fectadas y forunculosis. Tétanos. Informe de Dos Casos Tratados con Penicilina. Russell Buston, M. D. y Rachelle Kurman, M. D. The Journal of the Am. Med. Assoc. Enero 6, 1945. Se hizo un diagnóstico de tétanos, estableciéndose la siguiente terapia: Antitoxina tetánica, 20,000 unidades, administradas in¬ travenosamente y 20,000 unidades por vía intramuscular, diaria¬ mente, por un período de tres días. Se administraron 15,000 unidades de penicilina cada cuatro horas en cuatro dosis, entonces, 10,000 unidades cada cuatro horas durante cinco días. Se dieron 1.4 Gm. de bromuro de sodio y 0.7 Gm. de hidrato de doral cada cuatro horas, por un período de seis días, cuando se suprimió el hidrato de doral y se redujo el bromuro de sodio a 0.7 Gm., continuándose su administración hasta completar los catorce días. En esta época el estado del paciente era bueno. Se le permitió levantarse de la cama al séptimo día y estaba listo para dársele de alta en el 19° día, en cuya fecha caminó con paso muy espástico, pero dé otra manera normal. Debido a ciertas dificultades en su hogar, no fué dado de alta hasta veinticinco días después de la admisión, época en que estaba enteramente curado. En vista de la elevada mortalidad que produce el tétanos, aun cuando se trate con grandes dosis de antitoxina tetánica, la adición de la penicilina es aparentemente una medida salvadora. La Penicilina en la Gonorrea Sulfonamidorresistente. In¬ forme Suplementario de 144 Casos. John G. Menville, Lt. Cmdr. (MC) U. S. N. R. y Clarence W. Ross, Capt. (MC) U. S. N. U. S. Naval Bull. Nov. 1944. Ciento cuarenta y cuatro casos de gonorrea sulfonamidorresis¬ tente fueron tratados y aparentemente curados con penicilina. Ciento quince casos, ó 99.1 por ciento de casos no complicados, respondieron a un curso (100,000 unidades administradas por vía intramuscular) de penicilina. La mayoría de los casos no complicados fueron tratados mejor con inyecciones simúltaneas intramusculares e intravenosas de penicilina. Se cree que la artritis blenorrágica responde mejor a inyecciones simultáneas de penicilina dentro de las articulaciones, músculos y venas. Hay un por ciento pequeño de infecciones latentes que persisten tras el tratamiento con penicilina; se ha hallado que esto ocurre especialmente en los casos complicados. El desarrollo de una epididimitis que sigue a un curso de penicilina es evidencia de que la penicilina no siempre elimina los gonococos en un curso y es una advertencia para todos los que tratan de encontrar una curación de la enfermedad demasiado pronto, después de un curso de penicilina. Dichos casos no responden fácilmente a una penicilinoterapia ulterior. La Quimioterapia, Piroterapia y la Penicilina en el Trata¬ miento de la Gonorrea. Davis H. Pardoll, Ll. Comdr. (MC) U. S. N. R. y Robert L. Dennis, Lt. Comdr. (MC) U. S. N. R. U. S. Naval Med. Bull., Nov. 1944. La gonorrea está demostrando un aumento definitivo en su resistencia al tratamiento con sulfonamidas. La dosificación de sulfadiazina y sulfatiazol aceptada previa¬ mente, es inadecuada; aproximadamente el 70 por ciento de los pacientes dejan de responder. El número de curaciones se aumenta con el uso de una dosifica¬ ción inicial más grande de estas drogas, es decir, 60 Gm. Una atención meticulosa a la ingestión adecuada de líquidos y la adición de una cantidad igual de bicarbonato de sodio, reduce las reacciones a un número insignificante. Las infecciones que dejan de responder a dos cursos de sulfona¬ midas deben considerarse como fracasos. Sólo un por ciento pequeño responde a los cursos subsiguientes. La quimioterapia