Sobre un caso de quiste hidático del pancreas / Pedro Chutro.

  • Chutro, Pedro, 1880-1937.
Date:
1909
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Credit: Sobre un caso de quiste hidático del pancreas / Pedro Chutro. Source: Wellcome Collection.

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    La orina presenta una gran cantidad de pigmentos biliares, y vestigios de albúmica y glucosa. El examen de las materias fecales demuestra que el jugo pan- creático no llega al intestino; y ya macroscópicamente puede decirse que las grasas no sufren acción de ninguna especie, sien- do eliminadas tal cual han sido ingeridas. Diagnóstico.—Con todos estos datos llegamos á la conclusión de que existía un tumor, que por su evolución y caracteres de- bía ser hidático, que comprimía la ampolla de Vater, y cuya si- tuación debía ser la cabeza del páncreas. Operación.—El 25 de Mayo.—Momentos antes de la operación se le hace una inyección de un litro de solución ñsiológica. Incisión sobre la línea blanca lateral derecha, que parte desde el reborde costal y llega hasta la altura del ombligo. Abierto el peritoneo encontramos el hígado congestionado, muy aumentado de volumen pero no deformado. La vesícula biliar, piriforme, no parece estar enferma; aunque el líquido á gran tensión contenido en su interior la ha dilatado, hasta el punto de presentarse cuatro ó cinco veces más grande que lo normal. Haciendo presión sobre ella se nota que vacía lentamente algo de su contenido. Al exa- minar los conductos biliares llama la atención la retracción del epiplón gastro-hepático, y la existencia de un tumor colocado detrás del duodeno, en la retrocavidad de los epiplones, inde- pendiente del hígado. Una punción capilar dió líquido cristal de. roca. La vesícula distendida era un gran obstáculo para manio- brar en la región; así, en vez de hacer una 'punción evacuadora y luego una movilización de! intestino para abordar el tumor, preferimos ir en busca de otra vía. Taponamos provisoriamente la primera incisión é hicimos en- seguida una amplia laparotomía mediana supra-umbilical. A través del epiplón gastro-hepático llegamos al tumor, que se había desarrollado en la cabeza del páncreas, y lo incindimos con el bisturí, dando asi salida á más de un litro de líquido hi- dático y á innumerables vesículas hijas. Se extraen las membranas y se limpia el quiste lo mejor posi- ble. Como la bolsa es de paredes muy delgadas é imposible de traer hasta el borde de la herida para marsupializarla, resolvi- mos hacer un drenaje, taponamiento á distancia, pasando entre el estómago y el hígado, y sirviéndonos para ello de gasa y un gran tubo de vidrio. Cierre de la primera laparotomía en tres planos; en la según-