El viaje del Doctor Francisco Hernandez por la nueva Espana / [German Sourolinos d' Ardois].

  • Somolinos d'Ardois, Germán, 1911-1973.
Date:
1951
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Credit: El viaje del Doctor Francisco Hernandez por la nueva Espana / [German Sourolinos d' Ardois]. Source: Wellcome Collection.

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    motivo hace unos comentarios muy interesantes y divertidos que inser¬ taremos en otra ocasión. Desde Cuernavaca, que debió de ser centro de trabajo importante, recorrió Tepoztlán, citado profusamente, y con un confortable monaste¬ rio: en otro viaje se dirigió hacia Yautepec y Oastepec. Este último punto resultó importantísimo en sus estudios, pues en Oastepec Hernández en¬ cuentra el mejor conjunto imaginable de elementos preciosos para su es¬ tudio: hay un holgado convento dominico que le brinda alojamiento: queda floreciente todavía el importantísimo jardín botánico que fundara Moctezuma, sobre el cual acumuló los elogios en sus obras, admirado de su fecundidad y variedad. Admira el lugar, la diversidad de especies plan¬ tadas e incluso el río que lo cruza y riega. Como remate cuenta con un hospital donde poder experimentar las propiedades de las hierbas re¬ cogidas, sobre enfermos diversos y heterogéneos. Este hospital de Oas¬ tepec, tal vez el más interesante de los hospitales mexicanos por sus orígenes aztecas y la calidad de sus visitantes y asistentes durante el siglo XVI —Hernández, Gregorio López, Ximénez—, en la historia hernan- dina resulta trascendental, pues de él surgirá, años después, el libro de Francisco Ximénez, primer editor digno de tenerse en cuenta en la obra de Hernández. 30 La estancia en Oastepec debió de ser larga y fructífera: son muy numerosas las especies referidas a ese punto, y gran parte de la labor referente a la región del actual Morelos surge de allí. Hacia el sur de Cuernavaca, inicia un largo viaje, del cual reseña Acatlipa, Xochitepec, con su convento dominico, y Alpuyeca. Aquí de¬ bió de instalar un nuevo cuartel general para, marchando desde este punto, dirigirse a Coatlán del Río (Coatlan quauhnahuacense, como lo denomina, diferenciándolo de otros Coatlanes oaxaqueños). Un corto viaje le lleva a recorrer Temimilzingo, Tlaltizapán y Tlalquiltenango, estos dos pueblos con residencia dominica, para terminar en Jojutla. Desde allí inicia dos nuevos viajes a Iztoluca y a Teocalcingo, pasando por Nexpa. Resulta interesante recordar que Iztoluca es un pueblo in¬ significante hoy y que también lo era en época de Hernández: sin em¬ bargo es citado profusamente en las obras hernandinas, refiriéndose a él numerosas especies de plantas, lo cual hace pensar que debió de per- 30 Una revisión de las ediciones hernandinas se encontrará en el trabajo de G. Somolinos d’Ardois El fracaso editorial de la obra de Francisco Hernández. Cuadernos Americanos, vol. LV, enero-febrero de 1951, p. 163.