El arcano de la quina. Discurso que contiene la parte médica de las cuatro especies de quinas oficinales, sus virtudes eminentes y su legítima preparación. Obra póstuma ... / del Doctor D. José Celestino Mutis ; Dála á luz pública aumentada con notas, un apéndice muy interesante, y un prólogo histórico ... Manuel Hernández de Gregorio.

  • Mutis, José Celestino, 1732-1808.
Date:
1828
Catalogue details

Licence: Public Domain Mark

Credit: El arcano de la quina. Discurso que contiene la parte médica de las cuatro especies de quinas oficinales, sus virtudes eminentes y su legítima preparación. Obra póstuma ... / del Doctor D. José Celestino Mutis ; Dála á luz pública aumentada con notas, un apéndice muy interesante, y un prólogo histórico ... Manuel Hernández de Gregorio. Source: Wellcome Collection.

    295/300 (page 263)
    dia todas las fórmulas muy compuestas. En caso de resultar no menos eficaces las opiatas simples de la Qui¬ na compuestas con algún jarabe ácido, y con el previo conocimiento de lá legítima especie indicada,'lio habia razón suficiente para recurrir á una mezcla tan desa¬ gradable. Proponemos estas sospechas como unas meras conjeturás fundadas en nuestra anterior práctica de ad¬ ministrar la Quina con los ácidos; y porque en la práctica de las opiatas antimoniales, la invencible re¬ sistencia que hemos encontrado en Tos enfermos, no ha permitido decidirnos por propias observaciones. Si hu¬ biere fundamento para preferirlas al uso simple de la Quina con ácidos, todavia insistiríamos en que se po¬ dría simplificad esa práctica administrando por separado' las tomas antimoniales (¿r) , y nuestras tisanas. Con¬ viene, pues, intentarlo en las calenturas, y á su imi¬ tación en muchas^ enfermedades crónicas en que sin disputa no es menos, eficaz el antimonio', que en otras, el mercurio . como auxiliares de la Quina, ó ésta de aquellos. (^a). El efecto no seria entonces el. mismo que cuando .el tarta-, ro emético está.triturado con la Quina y.demas sales por espacio de media hora, como sabiamente prescribe la fórmula de Masdevalls, á pesar de que este ilustre médico no sabria, como efectivamente se sabe hoy diará no dudarlo , que las sales- que entran en ella se des¬ componen, y resulta la sal febrífuga de Silvio , y en cuanto al tártaro emético también se descompone con la Quina, y ya pierde su vir¬ tud vomitiva. N. E. . ■ . ■ .. . I ' ■■ . . .FIN. < <