Commemoracion del cincuentenario de la muerte de Pasteur.

Date:
[1946]
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Credit: Commemoracion del cincuentenario de la muerte de Pasteur. Source: Wellcome Collection.

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    ñera de prevenirlas como al modo de curarlas racionalmente. Pue¬ de decirse, sin exageración alguna, que sin Pasteur habrían sido imposibles los descubrimientos del suero antidiftérico, de la vacu¬ na contra la peste, y de tantos otros remedios que han ahorrado tantas vidas. La obra de Pasteur fué, así, de resultados incalculables para Ja Humanidad. Con sus estudios sobre las fermentaciones, sobre el vinagre, el vino y la cerveza, abrió nueves horizontes a la industria mundial. El procedimiento de conservación denominado “Pasteu¬ rización”, en homenaje a su genial descubridor, se practica todos los días, no sólo en la industria sino en los hogares, y muchos, mu¬ chísimos, son los niños que desprovistos de la leche materna, han podido vivir alimentándose con leche pasteurizada. Sus trabajos sobre las enfermedades del gusano de seda, sobre el cólera de las gallinas y, especialmente, sobre el carbón, han permitido salvar de la destrucción grandes riquezas y, por último, con su vacuna contra la rabia y sus numerosas investigaciones acerca de las en¬ fermedades infecciosas, Pasteur ha salvado de la muerte a incon¬ tables personas. Pero si la obra del gran sabio francés culmina de tal manera en la ciencia, su vida puede calificarse, sin ponderación alguna, de ejemplar. Pasteur fué, como un biógrafo suyo lo ha llamado, “El Hombre del Deber”. Como maestro, como sabio, como hombre de acción, como hombre bueno, como moralista, como patriota, dió a todos lecciones inolvidables que siempre pueden y deben recordar¬ se, porque siempre habrá en ellas grandes enseñanzas. Maestro lo fué Pasteur desde que apenas iniciaba sus estudios. Tuvo, desde entonces, gran necesidad de proselitismo. Escribía a los miembros de su familia, desde París, exhortándolos al estudio y proponiéndoles la resolución de diversos problemas científicos. Ya profesor, en las escuelas superiores, preparaba concienzuda* mente sus lecciones, para hacerlas más fácilmente comprensibles a sus alumnos. Sus discípulos, algunos de los cuales fueron más tarde sus colaboradores, ocupan lugar prominente en la Ciencia y seguramente que en su obra influyeron el ejemplo y la enseñanza de su insigne maestro. Investigador precoz, apasionado desde joven por los descubri¬ mientos, Pasteur fué un sabio por excelencia. Dotado de una pode-