Tratado completo de patología interna: sacado de las obras de Monneret y Fleury, Andral, J.P. Frank, José Frank, Pinel, Chomel, Boisseau, Bouillaud, Gendrin, Hufeland, Roche y Sanson, Valleix, Requin, Piorry, y otros muchos autores : como tambien de los principales diccionarios de medicina y de las colecciones periódicas (Volume 7).

Date:
1844-50
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Credit: Tratado completo de patología interna: sacado de las obras de Monneret y Fleury, Andral, J.P. Frank, José Frank, Pinel, Chomel, Boisseau, Bouillaud, Gendrin, Hufeland, Roche y Sanson, Valleix, Requin, Piorry, y otros muchos autores : como tambien de los principales diccionarios de medicina y de las colecciones periódicas (Volume 7). Source: Wellcome Collection.

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    '.r, Nf.l R VICIA DORSO -INTERCOSTAL. brales, y otro interno ó músculo cutáneo, que atravesando el gran dorsal y el trapecio , se dis- tribuye por la piel del borde interno del omo- plato. »Los ramos anteriores de los nervios espi- nales, son continuación del tronco principal, y se dirigen á la parte media de los espacios in- tercostales, á una distancia igual del esternón y del raquis , en donde se dividen en un ramo intercostal y otro perforante ó cutáneo. El pri- mero de estos continúa su trayecto hasta la es- Iremidad esternal de la costilla, en donde da el ramo perforante anterior, cuyos dos filamen- tos se distribuyen por el músculo pectoral ma- yor y la piel. El ramo perforante cutáneo su- ministra dos órdenes de filamentos nerviosos á los tegumentos de las parles anteriores y late- rales del pecho y del epigastrio. »Bassereau ,'de cuya íésis tomamos la ma- yor parle de la descripción que vamos á hacer de la neuralgia intercostal, advierte, que el primer nervio de los intercostales está unido al plexo-braquial por el primer par dorsal; que el ramo perforante cutáneo se distribuye por la piel de la parle posterior del brazo; que las mamas y los tegumentos del tórax están abun- dantemente provistos de filamentos nerviosos que provienen de los intercostales, y en fin, que el ramo intercostal termina en las paredes del vientre, contando desde el octavo espacio, y el perforante cutáneo asi del sesto como del séti- mo nervio intercostales, en la región epigástri- ca ^Bassereau, Essai sur la nevralgie des nerfs intercostaux, considerée comme symptomatique de quelque affection viscerale, tés. en 4.; Pa- rís, 4840). «Síntomas.—El carácter esencial y palog- nomónico de la neuralgia dorso-intercostal , es el dolor que ocupa uno ó muchos ramos de los nervios espinales, y por lo tanto empezaremos por el estudio de este síntoma. » Dolor neurálgico provocado.—La palpación es el mejor medio para descubrir el sitio pre- ciso del dolor, y para establecer el diagnóstico del mal, advirtiendo que sin esta esploracion nos espondriamos á confundirlo con otras en- fermedades. Tres son los puntos que especial- mente suele ocupar: 1 .°el centro vertébralo pos- terior; 2.° el anterior esternal ó epigástrico- y 3.° el lateral. Para determinar bien los focos doloridos, se hace una presión mas ó menos fuer- te con dos dedos dirigidos á lo largo del canal vertebral, enfrente de los agujeros de conjun- ción. Cuando se ha llegado al punto de donde nace el nervio afecto, se queja el enfermo de un dolor agudo y hace un movimiento brusco para librarse de él: en seguida deberá dirigir- te el dedo sobre las partes circunyacentes, para limitar exactamente la estension del dolor, y se cuentan los espacios intercostales; cuya esplo- racion se repite muchas veces, comprimiendo ano ó muchos de estos. Tampoco dejará de com- primirse la región epigástrica, el apéndice si- foides y la glándula mamaria, esplorando igual- mente el lado opuesto. También pueden 008- carse los centros doloridos, pasando una es- ponja empapada en agua caliente sobre las re- giones que acabamos de indicar; pero loa elec- tos que por este medio se obtienen son mas va- riables, siendo preferible la palpación. »Valleix,á quien se debe una relación muy notable de la neuralgia que nos ocupa, estable- ce por medio de cuadros estadísticos, que el cen- tro vertebral existe con mas frecuencia que el esternal (25 : 19), v este mas que el lateral (19: 17). o El dolor vertebral ó posterior ocupa los la- dos de las apólisis espinosas, en las inmediacio- nes del agujero de conjunción, y puede provo- carse comprimiendo Inertemente las apófisis es- pinosas ó el canal vertebral. E! centro dolorido es muy limitado, y puede tener, según Valléis, 16 líneas por término medio (p. 357). La es- tension de este dolor es muy variable, como dice Bassereau , quien lo ha visto ocupar el es- pacio comprendido entre la segunda apófisis es- pinosa por una parte, y la sétima ú octava por otra. Es raro que la sensibilidad morbosa de- je de propagarse fuera de la línea media del ra- quis en una estension de 2 ó 3 pulgadas, y has- la el borde interno del omoplato (tés. cit. , pá- gina 42 y 43): ocupa las ramas espinales pos- teriores a su salida de los agujeros de conjun- ción , y los puntos en que se manifiesta son la piel y las partes profundas. »EI dolor esternal ó anterior , puede esci- tarse por la palpación, ó ser espontáneo como los demás, ocupando el espacio comprendido entre el borde del esternón y el punto en que se articulan las costillas con su cartílago. El do- lor que produce la presión sobre el apéndice si- fóides y la región epigástrica, debe referirse al esternal ó anterior. El ramo que se halla mas especialmente afectado en esta forma del dolor, es el perforante anterior. »EI dolor intercostal ó centro lateral se ma- nifiesta sobre lodo en uno ó muchos espacios intercostales, en una estension limitada por una línea vertical, que partiendo del fondo de la axi- la, termine en la espina ilíaca. Este foco es cir- cunscrito lo mismo que el posterior, según Va- lleix, es decir, que ocupa un intervalo de 1 á 3 dedos de estension (obr. cit., p. 258). »Se ve por los hechos que refiere Basse- reau , que nada puede establecerse de fijo sobre los centros doloridos, y que el querer precisar con medidas exactas y matemáticas un fenó- meno tan variable como la modificación de la sensibilidad, es empeñarse en figurar una pre- cisión que no existe. «Una presión moderada, hecha sobre el espacio intercostal en el interva- lo de los cartílagos eslerno-coslales , bastaba dice Bassereau , para provocar en algunos en- fermos un dolor, que recorriendo todo el espa- cio, se propagaba hasta el dorso. En ciertos ca- sos se trasmitía el dolor hasta la espalda, sin que se percibiera su irradiación por el espacio, y otras veces se verificaba la irradiación dolo-